Y los días siguen pasando... y yo sigo aquí. Inerte. Sumergido en mi mundo. No soporto la rutina ni la sobriedad del día a día, hay veces que el peso se me hace tan insoportable que me cuestiono muchas veces si estoy haciendo lo correcto.
La vida se nos escurre de las manos, a veces sin darnos cuenta, y perdemos el tiempo en detalles ínfimos, pequeños, muchas veces innecesarios.
Creo en la necesidad de cada día crear nuestro propio camino, negarnos a bajar la cabeza y seguir una senda impuesta, sino mas bien, tejerla nosotros mismos por nuestras experiencias, errores y sueños.
Porque, al fín y al cabo, lo único que nos queda despues de todo, es eso: nuestros sueños.
Un viernes mas... pero este viernes salgo, a ver si puede ser que con un poco de suerte arda Madrid bajo mis pies... que ganas no me faltan. Y yo que quería solamente una cena familiar...
a veces pasa que las cosas cambian notablemente dependiendo del punto de vista por el que las mires... Ahora mismo escuchaba la cancion de DB Boulebard "Another point of view" y pensaba en ese detalle...
Necesito desconectar.
Cambiar mi punto de vista.
Salir.
Muchas veces la vida nos presenta oportunidades únicas, irrepetibles, que quizá nosotros nos negamos a coger, por miedo, por indecisión, u otros muchos motivos.
Las oportunidades están ahí: delante de nuestras narices. Hay que agarrarlas, luchar contra nuestros temores y encauzar nuestro destino hacia lo que realmente deseamos obtener, y de forma única e irrepetible la vida nos presenta.
No quiero seguir perdiendo oportunidades, como otras muchas veces me ha pasado. Quiero agarrarlas, disfrutarlas, y aspirar cada momento de placer que esta vida me ofrezca, para poder mirar atrás, dentro de muchos años, y sonreir porque supe tomar a tiempo las oportunidades que se presentaron en mi camino.
Y derrepente, desde lo mas profundo de mi ser, vuelvo a sonreír. No es fácil llegar a producir esa mueca en mi hasta ahora fría cara, tras los últimos movimientos de mi vida. Pero vuelvo a hacerlo... y no lo he hecho sólo. La vida nos da grandes sorpresas, y hay veces, que muchas no las esperas. Y cuando aparecen derrepente, se convierte en algo maravilloso, por no decir mágico...
Te tiende su mano y te levanta muy por encima de las nubes... y yo dejo que así lo haga.
Se necesita tiempo y energía para volver a dar pinceladas de color azul a un cielo que se ha empañado con algunas nubes. Sé que el cielo esta ahí, detras de todas esas nubes de color gris, pero hoy por hoy me impiden ver mas allá. Necesito el tiempo y la energía para volver a disfrutar de ese cielo azul en mi vida, la tranquilidad y las fuerzas necesarias, pero pronto volveré a verlo, y una sonrisa volverá a incendiar mi cara... lo sé estoy seguro de ello.
Poco a poco voy disfrutando de algunos destellos, que me dan consuelo bajo este bochorno tan inaguantable. Gracias a todos vosotros, los que sabéis estar ahí, y de una forma u otra he recibido vuestros abrazos y palabras de estímulo, para poder volver a desplegar mis alas, ahora recogidas.
Esta mañana una llamada de teléfono me sorprendía en mi oficina, era la voz entrecortada de mi madre, para darme una noticia esperada, pero aún asi no menos dolorosa. Mi abuela acababa de fallecer. El cáncer pudo mas que ella.
El día se precipitó de súbito... mañana por fín a la mañana la enterramos. Es dificil definir lo que se puede llegar a sentir cuando uno pierde a un ser cercano, pero es un cúmulo de sensaciones que ahogan, afixian y desesperan. Pero espero que muy prontito pase todo ya... muy pronto.
Me he negado ver a mi abuela postrada en esa tumba fría que le servirá de lecho eterno. Prefiero recordar sus risas, sus miradas complices, y sus chistes. Sus regañinas más bien bondadosas que amargas, y los chicles que me daba a escondidas por debajo de la mesa cuando mis padres no miraban.
Ahora escucho una canción de saratoga, que me identifico especialmente con estos párrafos:
Sé que el tiempo curará
Aunque nada siga igual
No me quiero resignar
No olvidaré
Yo que hasta el momento ignoraba
En el punto en que se hallaba
Esa enfermedad
Siento que la vida es como un hilo
Que se corta de improviso
Y sin avisar
Y en la oscura habitación
Necesito oír tu voz
Ahora duermes junto a mí
Esperaré...
Yaya, jamás seremos capaces de olvidarte. Sólo me arrepiento de no haber pasado más tiempo contigo que quizá malgasté haciendo otras cosas.
Tus risas, tus caricias, tus miradas... algo precioso que recordar.
Tus movimientos, tus destellos maravillosos cuando rozamos, cuando nos abrazamos, cuando me haces sentirme diferente, flotando, tan especial y a la vez único.
Noches, amaneceres, abrazos buscados, despedidas sinceras, miradas diciendo "te echaré de menos"... todos esos momentos que sólo contigo disfruto compartiendo.
Cada día busco en mi almohada el recuerdo de tu presencia, esa presencia necesitada, sufrida y querida